El Laicismo
Para hablar del nacimiento del laicismo es imprescindible habla del presunto origen de las religiones.
Podríamos decir que en todas las épocas el hombre se a enfrentado a la gran pregunta ¿de donde venimos? Y a la terrible realidad de su impotencia ante los elementos de la naturaleza y el miedo a la muerte, con esto la gente creo para calmar sus miedos a los primeros dioses.
Estos dioses eran el sol, las estrellas del cielo, la montaña, el bosque, el mar etc. Seres al parecer inmortales e invencibles tan peligrosos, tan poderosos y tan necesarios. Fuentes de vida o muerte. A estos dioses los seres humanos primitivos prestaron sentimientos e intensiones se imaginaron hablarles y que ellos los escuchaban les entregaron los primeros rezos y sacrificios para favorecer sus buenas intenciones.
Posteriormente después de varios siglos de que la gente fuese politeísta cambiando diferentes aspectos de estos dioses como crearlos a semejanza y otras cosas mas hubo el intento de que toda esa divinidad que estaba repartida en varios dioses se le diera a un solo Dios, el que trato de hacer esto fue un faraón egipcio llamado Amenophis IV el trato de imponer al Dios Aton, dios del Astro solar pero esto no resulto debido a que la gente se negó. Un siglo después un hebreo llamado Moisés lucho por implantar un solo Dios, el Dios de Abraham, Jacobo e Isaac.
Esta creencia a llegado hasta hoy en día y a este dios lo comparten varias religiones como la cristiana, musulmana, islámica etc.
Los Dioses, el único Dios todo esto son bonitas historias, las más bellas no son inevitablemente verdaderas. Hoy en día muchos hombres, mujeres y niños creen en dioses o único Dios y están convencido que las historias que le han contado de Jesús, Buda, Allah son historias verdaderas, pero están en todo su derecho en pensarlo y creerlo, siempre que no fuercen a otros a creerlas esos son los principios del laicismo.
Cuento esta pequeña historia del origen de las religiones a lo mejor pobre y equivocada por que gracias a las religiones se debe el nacimiento del laicismo para combatir las manipulaciones e influencias que ejercen las religiones en cada individuo e implantar la imparcialidad y la tolerancia que a mi parecer son los pilares fundamentales del laicismo de hoy en día.
Nacimiento del laicismo:
Los investigadores del laicismo ubican su nacimiento en la Francia Revolucionaria, pero esto no es la única teoría que existe hay otra que posibilita el nacimiento del laicismo como una doctrina estructurada, de carácter político que mas tarde adquiere un rango jurídico e incluso constitucional este periodo es el Renacimiento proceso histórico que abarca todo el periodo del Siglo XVI pero se gesta a partir del siglo XIV que representa la ruptura del periodo medieval por lo tanto la estructura dominante de la iglesia católica en el campo social y político.
Algunos ejemplos son como que la historia dejo de ser una rama de la teología. El arte y la cultura llevaron su mirada mas allá del nacimiento de la cultura cristiana.
Con esto se inicia el proceso de secularización de la sociedad y emerge lo que se conoce como humanismo en donde el hombre se reconoce asimismo como un ser que se puede perfeccionar a través del estudio la inteligencia y el conocimiento. Es en el humanismo donde se encuentra el fundamento de la doctrina laica.
El renacimiento desde esta perspectiva es una de las claves históricas para entender el nacimiento del laicismo como doctrina de la secularización de la sociedad.
Pero no es hasta el Siglo XVIII en Francia cuando por fin se consolida el laicismo, con esto se impone el estado laico cuyo primordial objetivo es la educación laica esto quiere decir que la educación esta fuera de toda influencia dogmática y religiosa ya que la tarea de educar religiosamente era tarea de cada templo, iglesia o familia.
Pero el laicismo se dio de una forma equivocada al principio en Francia ya que se vio como una especie de dictadura era totalmente intolerante con el pensamiento religioso, políticos de las personas.
El modelo del estado laico comenzó a expandirse por todo el mundo implantándose sociedades laicas en todas partes.
En tanto, Chile vive con intensidad su propio proceso de laicización, con evidente referencia al proceso experimentado en Europa, especialmente en Francia, que resulta paradigmática en este sentido. Las luchas laicas llevadas a cabo durante el siglo XIX, reconocen la activa participación de la Francmasonería chilena en ese proceso, a partir de la fundación de logias, en Valparaíso, Santiago, Copiapó y Concepción.
Los hitos principales son: la fundación de la primera escuela laica de Chile, el liceo Blas Cuevas, fundada por Ramón Allende Padín; y la promulgación de las llamadas leyes laicas, que significaron un permanente enfrentamiento con la Iglesia Católica y los sectores más conservadores de la sociedad chilena. Fue tal la intensidad de este proceso, que el Presidente Domingo Santa María, prefirió no llegar a la consolidación de la separación de la Iglesia del Estado, siguiendo el modelo Francés.
En Chile, desde su constitución como República, la ingerencia de la Iglesia en el Estado tenía rango constitucional. El título II de la primera expresión constitucional de Chile, establece que “La religión católica, apostólica y romana, es la única y exclusiva del estado de Chile. Su protección, conservación, pureza e inviolabilidad, será uno de los primeros deberes de los jefes de la sociedad, que no permitirán jamás otro culto público no doctrina contraria a la de Jesucristo”. Su sola redacción da cuenta de un grado extremo de intolerancia.
Luego, la Constitución de 1822, profundiza la intolerancia al agregar a la redacción anterior, que es deber de los Jefes de Estado, así como de los habitantes del territorio, su mayor respeto y veneración, cualquiera que sean las opiniones privadas. Y agrega “Toda violación del articulo anterior será un delito contra las leyes fundamentales del país”. Los mismos preceptos están contenidos en las Constituciones de 1828 y 1833, aunque matizadas, pues, aceptan la práctica privada de otros cultos.
Los frutos no se reconocerán constitucionalmente hasta 1925, año en el cual se establece la separación de la Iglesia del Estado, luego de una negociación directa entre el Presidente Alessandri, miembro de la masonería chilena, y el Papa, antes de regresar del exilio para reasumir sus funciones constitucionales.
En el artículo 10 artículo Nº 2 se señala que: “La Constitución asegura a todos los habitantes de la República, la manifestación de todas las creencias, la libertad de conciencia y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público, pudiendo por tanto, las respectivas confesiones religiosas erigir y conservar templos y dependencias con las condiciones de higiene y seguridad fijadas por las leyes y ordenanzas”.
La separación de la Iglesia del Estado en Chile fue la culminación de las luchas por el laicismo, que ya había conseguido la dictación de la ley de matrimonio civil, la del registro civil y de los cementerios civiles. Chile entraba en una etapa de su historia en que la libertad de conciencia jugaría un rol central en su desarrollo como nación democrática. Sin embargo, debemos reconocer que esa separación quedó trunca en muchos alcances, y aún perduran con fuerte presencia, factores que manifiestan el poder confesional de un modo muy gravitante.
La tarea, por lo tanto, aún exige muchos esfuerzos. En razón de ello, tiene especial importancia, la existencia y desarrollo de instancias múltiples, que promuevan con fuerza y vigor, la difusión del pensamiento laico. La existencia del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos (ILEC) llenó un vacío, gracias a la acción del profesor Jorge Carvajal Muñoz, rector de la Universidad La República, otra institución laica surgida en tiempos recientes.
A ello debemos agregar más iniciativas que permitan completar los esfuerzos precedentes, que favorecieron la libertad de conciencia, la lucha contra el poder temporal del clero y la dominación clerical sobre la sociedad.
Hoy en día existen varias instituciones laicas y ya predomina la educación laica en casi todas las escuelas publicas del estado existen grupos juveniles laicos como es el ejemplo de nuestra fraternidad.
La definición que hoy en día que se le podría dar al laicismo es la voluntad de construir una sociedad justa, progresista y fraternal, dotada de instituciones públicas imparciales, garantes de la dignidad de la persona y de los derechos humanos, asegurando a cada uno la libertad de pensamiento y de expresión, así como la igualdad de todos delante de la ley, sin distinción de sexo, de origen, de cultura e de convicción y considerando que las opciones confesionales o no-confesionales corresponden exclusivamente a la esfera privada de las personas. Eso es un pensamiento como sociedad.
por otra parte : La elaboración personal de una concepción de la vida que se funde sobre la base de la experiencia humana, con exclusión de toda referencia confesional, dogmática o sobre natural, lo que implica la adhesión a los valores del libre examen, la emancipación respecto a toda forma de condicionamiento y el imperativo de una ciudadanía completa y justa.
Pudimos apreciar que el laicismo es totalmente relacionado con la tolerancia, la imparcialidad, la libertad, el libre examen con el respeto a las demás personas y su objetivo primordial es construir una sociedad justa y buena.
Podríamos decir que en todas las épocas el hombre se a enfrentado a la gran pregunta ¿de donde venimos? Y a la terrible realidad de su impotencia ante los elementos de la naturaleza y el miedo a la muerte, con esto la gente creo para calmar sus miedos a los primeros dioses.
Estos dioses eran el sol, las estrellas del cielo, la montaña, el bosque, el mar etc. Seres al parecer inmortales e invencibles tan peligrosos, tan poderosos y tan necesarios. Fuentes de vida o muerte. A estos dioses los seres humanos primitivos prestaron sentimientos e intensiones se imaginaron hablarles y que ellos los escuchaban les entregaron los primeros rezos y sacrificios para favorecer sus buenas intenciones.
Posteriormente después de varios siglos de que la gente fuese politeísta cambiando diferentes aspectos de estos dioses como crearlos a semejanza y otras cosas mas hubo el intento de que toda esa divinidad que estaba repartida en varios dioses se le diera a un solo Dios, el que trato de hacer esto fue un faraón egipcio llamado Amenophis IV el trato de imponer al Dios Aton, dios del Astro solar pero esto no resulto debido a que la gente se negó. Un siglo después un hebreo llamado Moisés lucho por implantar un solo Dios, el Dios de Abraham, Jacobo e Isaac.
Esta creencia a llegado hasta hoy en día y a este dios lo comparten varias religiones como la cristiana, musulmana, islámica etc.
Los Dioses, el único Dios todo esto son bonitas historias, las más bellas no son inevitablemente verdaderas. Hoy en día muchos hombres, mujeres y niños creen en dioses o único Dios y están convencido que las historias que le han contado de Jesús, Buda, Allah son historias verdaderas, pero están en todo su derecho en pensarlo y creerlo, siempre que no fuercen a otros a creerlas esos son los principios del laicismo.
Cuento esta pequeña historia del origen de las religiones a lo mejor pobre y equivocada por que gracias a las religiones se debe el nacimiento del laicismo para combatir las manipulaciones e influencias que ejercen las religiones en cada individuo e implantar la imparcialidad y la tolerancia que a mi parecer son los pilares fundamentales del laicismo de hoy en día.
Nacimiento del laicismo:
Los investigadores del laicismo ubican su nacimiento en la Francia Revolucionaria, pero esto no es la única teoría que existe hay otra que posibilita el nacimiento del laicismo como una doctrina estructurada, de carácter político que mas tarde adquiere un rango jurídico e incluso constitucional este periodo es el Renacimiento proceso histórico que abarca todo el periodo del Siglo XVI pero se gesta a partir del siglo XIV que representa la ruptura del periodo medieval por lo tanto la estructura dominante de la iglesia católica en el campo social y político.
Algunos ejemplos son como que la historia dejo de ser una rama de la teología. El arte y la cultura llevaron su mirada mas allá del nacimiento de la cultura cristiana.
Con esto se inicia el proceso de secularización de la sociedad y emerge lo que se conoce como humanismo en donde el hombre se reconoce asimismo como un ser que se puede perfeccionar a través del estudio la inteligencia y el conocimiento. Es en el humanismo donde se encuentra el fundamento de la doctrina laica.
El renacimiento desde esta perspectiva es una de las claves históricas para entender el nacimiento del laicismo como doctrina de la secularización de la sociedad.
Pero no es hasta el Siglo XVIII en Francia cuando por fin se consolida el laicismo, con esto se impone el estado laico cuyo primordial objetivo es la educación laica esto quiere decir que la educación esta fuera de toda influencia dogmática y religiosa ya que la tarea de educar religiosamente era tarea de cada templo, iglesia o familia.
Pero el laicismo se dio de una forma equivocada al principio en Francia ya que se vio como una especie de dictadura era totalmente intolerante con el pensamiento religioso, políticos de las personas.
El modelo del estado laico comenzó a expandirse por todo el mundo implantándose sociedades laicas en todas partes.
En tanto, Chile vive con intensidad su propio proceso de laicización, con evidente referencia al proceso experimentado en Europa, especialmente en Francia, que resulta paradigmática en este sentido. Las luchas laicas llevadas a cabo durante el siglo XIX, reconocen la activa participación de la Francmasonería chilena en ese proceso, a partir de la fundación de logias, en Valparaíso, Santiago, Copiapó y Concepción.
Los hitos principales son: la fundación de la primera escuela laica de Chile, el liceo Blas Cuevas, fundada por Ramón Allende Padín; y la promulgación de las llamadas leyes laicas, que significaron un permanente enfrentamiento con la Iglesia Católica y los sectores más conservadores de la sociedad chilena. Fue tal la intensidad de este proceso, que el Presidente Domingo Santa María, prefirió no llegar a la consolidación de la separación de la Iglesia del Estado, siguiendo el modelo Francés.
En Chile, desde su constitución como República, la ingerencia de la Iglesia en el Estado tenía rango constitucional. El título II de la primera expresión constitucional de Chile, establece que “La religión católica, apostólica y romana, es la única y exclusiva del estado de Chile. Su protección, conservación, pureza e inviolabilidad, será uno de los primeros deberes de los jefes de la sociedad, que no permitirán jamás otro culto público no doctrina contraria a la de Jesucristo”. Su sola redacción da cuenta de un grado extremo de intolerancia.
Luego, la Constitución de 1822, profundiza la intolerancia al agregar a la redacción anterior, que es deber de los Jefes de Estado, así como de los habitantes del territorio, su mayor respeto y veneración, cualquiera que sean las opiniones privadas. Y agrega “Toda violación del articulo anterior será un delito contra las leyes fundamentales del país”. Los mismos preceptos están contenidos en las Constituciones de 1828 y 1833, aunque matizadas, pues, aceptan la práctica privada de otros cultos.
Los frutos no se reconocerán constitucionalmente hasta 1925, año en el cual se establece la separación de la Iglesia del Estado, luego de una negociación directa entre el Presidente Alessandri, miembro de la masonería chilena, y el Papa, antes de regresar del exilio para reasumir sus funciones constitucionales.
En el artículo 10 artículo Nº 2 se señala que: “La Constitución asegura a todos los habitantes de la República, la manifestación de todas las creencias, la libertad de conciencia y el ejercicio libre de todos los cultos que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres o al orden público, pudiendo por tanto, las respectivas confesiones religiosas erigir y conservar templos y dependencias con las condiciones de higiene y seguridad fijadas por las leyes y ordenanzas”.
La separación de la Iglesia del Estado en Chile fue la culminación de las luchas por el laicismo, que ya había conseguido la dictación de la ley de matrimonio civil, la del registro civil y de los cementerios civiles. Chile entraba en una etapa de su historia en que la libertad de conciencia jugaría un rol central en su desarrollo como nación democrática. Sin embargo, debemos reconocer que esa separación quedó trunca en muchos alcances, y aún perduran con fuerte presencia, factores que manifiestan el poder confesional de un modo muy gravitante.
La tarea, por lo tanto, aún exige muchos esfuerzos. En razón de ello, tiene especial importancia, la existencia y desarrollo de instancias múltiples, que promuevan con fuerza y vigor, la difusión del pensamiento laico. La existencia del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos (ILEC) llenó un vacío, gracias a la acción del profesor Jorge Carvajal Muñoz, rector de la Universidad La República, otra institución laica surgida en tiempos recientes.
A ello debemos agregar más iniciativas que permitan completar los esfuerzos precedentes, que favorecieron la libertad de conciencia, la lucha contra el poder temporal del clero y la dominación clerical sobre la sociedad.
Hoy en día existen varias instituciones laicas y ya predomina la educación laica en casi todas las escuelas publicas del estado existen grupos juveniles laicos como es el ejemplo de nuestra fraternidad.
La definición que hoy en día que se le podría dar al laicismo es la voluntad de construir una sociedad justa, progresista y fraternal, dotada de instituciones públicas imparciales, garantes de la dignidad de la persona y de los derechos humanos, asegurando a cada uno la libertad de pensamiento y de expresión, así como la igualdad de todos delante de la ley, sin distinción de sexo, de origen, de cultura e de convicción y considerando que las opciones confesionales o no-confesionales corresponden exclusivamente a la esfera privada de las personas. Eso es un pensamiento como sociedad.
por otra parte : La elaboración personal de una concepción de la vida que se funde sobre la base de la experiencia humana, con exclusión de toda referencia confesional, dogmática o sobre natural, lo que implica la adhesión a los valores del libre examen, la emancipación respecto a toda forma de condicionamiento y el imperativo de una ciudadanía completa y justa.
Pudimos apreciar que el laicismo es totalmente relacionado con la tolerancia, la imparcialidad, la libertad, el libre examen con el respeto a las demás personas y su objetivo primordial es construir una sociedad justa y buena.